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Members of a Youth to Youth group in Mombasa, Kenya go for community outreach on the beach. They distribute condoms, and preform skits with messages relating to reproductive health.
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Infecciones de transmisión sexual (ITS)

10 de septiembre de 2025

Datos y cifras

  • Cada día, más de un millón de personas de entre 15 y 49 años contrae una infección de transmisión sexual (ITS) que se puede curar, la mayoría de las cuales no causan síntomas.
  • Según los cálculos, unos 374 millones de personas de entre 15 y 49 años contrajeron en 2020 alguna de estas cuatro ITS: clamidiosis, gonorrea, sífilis y tricomoniasis, todas ellas con tratamientos que permiten curarlas.
  • Se estima que unos ocho millones de adultos de 15 a 49 años contrajeron sífilis en 2022.
  • Se estima que 520 millones de personas de 15 a 49 años (13 %) en todo el mundo tienen infección por el virus del herpes simple de tipo 2 (VHS-2), la principal causa de herpes genital. (1)
  • La infección por el virus de los papilomas humanos está asociada a más de 311 000 muertes por cáncer de cuello uterino cada año. (2)
  • Se estima que cerca de 1,1 millones de embarazadas tenían sífilis en 2022, que provocó complicaciones en más de 390 000 partos.
  • Las ITS afectan directamente a la salud sexual y reproductiva y pueden dar lugar a estigmatización, esterilidad, cáncer y complicaciones del embarazo, además de aumentar el riesgo de infectarse por el VIH.
  • La farmacorresistencia constituye un obstáculo importante para reducir la carga de la gonorrea en el mundo.

Panorama general

Se sabe que hay más de 30 bacterias, virus y parásitos que se transmiten por contacto sexual, incluido el contacto con la vagina, el ano y la boca. Algunas ITS también pueden transmitirse de la madre al hijo durante el embarazo, el parto y la lactancia y las transfusiones de sangre contaminada. Hay ocho patógenos que dan lugar a la máxima incidencia de ITS. Cuatro de estas enfermedades se pueden curar actualmente: la sífilis, la gonorrea, la clamidiosis y la tricomoniasis. Las otras cuatro son infecciones víricas: la hepatitis B, la infección por el virus del herpes simple, la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y la infección por el virus de los papilomas humanos.

A ellas se suman los brotes emergentes de nuevas infecciones que pueden contraerse por contacto sexual, como la viruela símica (mpox), las infecciones por Shigella sonnei y Neisseria meningitidis, el ébola y el zika, así como la reaparición de ITS desatendidas como el linfogranuloma venéreo. Es de prever que los servicios de prevención y control de las ITS tendrán que enfrentarse a nuevos problemas para hacer frente a estas infecciones.

Alcance del problema

Las ITS afectan enormemente a la salud sexual y reproductiva en todo el mundo.

Cada día, más de un millón de personas contraen una ITS que se puede curar. La OMS calcula que, en 2020, hubo 374 millones de nuevas infecciones de alguna de estas cuatro ITS: clamidiosis (129 millones), gonorrea (82 millones), sífilis (7,1 millones) y tricomoniasis (156 millones). Se estima que más de 520 millones de personas tenían herpes genital en 2020 y que unos 300 millones de mujeres tienen infección por el virus de los papilomas humanos, que es la principal causa de cáncer de cuello uterino y de cáncer anal entre los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. Además, las nuevas estimaciones de la OMS indican que 254 millones de personas tenían hepatitis B crónica en 2022.

Más allá del efecto inmediato de la infección, las ITS pueden tener consecuencias graves.

  • Algunas ITS, como el herpes, la gonorrea y la sífilis, pueden aumentar el riesgo de infectarse por el VIH.
  • La transmisión maternofilial de una ITS puede causar muerte prenatal o neonatal, prematuridad e insuficiencia ponderal del recién nacido, septicemia, conjuntivitis neonatal y anomalías congénitas.
  • La infección por el virus de los papilomas humanos causa cáncer de cuello uterino y otros tipos de cáncer.
  • En 2022, la hepatitis B provocó la muerte de aproximadamente 1,1 millones de personas, principalmente por cirrosis o hepatocarcinoma (cáncer hepático primario).
  • Algunas ITS, como la gonorrea y la clamidiosis, son causas importantes de enfermedad inflamatoria pélvica y esterilidad femenina.

Prevención de las ITS

Cuando se usan correcta y sistemáticamente, los preservativos son uno de los métodos de protección más eficaces contra las ITS, incluida la infección por el VIH. Sin embargo, a pesar de su eficacia no protegen frente a las ITS que causan úlceras en zonas distintas de los genitales (como la sífilis o el herpes genital). Cuando sea posible, debe utilizarse un preservativo en toda actividad sexual vaginal, oral y anal.

Hay vacunas seguras y muy eficaces para prevenir dos de las ITS víricas: la hepatitis B y la infección por el virus de los papilomas humanos. Estas vacunas han supuesto importantes avances profilácticos contra estas dos ITS. A finales de 2024, la vacuna contra el virus de los papilomas humanos se había incorporado a los programas de vacunación sistemática en 147 países, principalmente de ingreso alto y mediano. Para eliminar el cáncer de cuello uterino como problema de salud pública a escala mundial, de aquí a 2030 deben alcanzarse los objetivos de alta cobertura en la vacunación contra el virus de los papilomas humanos, la detección y el tratamiento de las lesiones precancerosas y el tratamiento del cáncer, y mantenerse en ese alto nivel durante decenios.

El desarrollo de vacunas contra las ITS es una prioridad importante en la lucha contra estas enfermedades a nivel mundial. Actualmente, cada vez hay más evidencias que indican que la vacuna para prevenir la meningitis (MenB) confiere protección cruzada contra la gonorrea. La OMS está monitoreando de cerca los resultados de los estudios en curso para recopilar evidencia. Las vacunas candidatas contra el virus del herpes simple, la clamidiosis y la gonorrea se encuentran en las primeras etapas de desarrollo clínico, mientras que las vacunas contra la sífilis y la tricomoniasis todavía están en la fase preclínica.

En la actualidad, la OMS está trabajando en distintas recomendaciones sobre el uso de la doxiciclina como profilaxis posterior a la exposición con doxiciclina (doxiPEP) para determinadas ITS de origen bacteriano y en el caso de algunas poblaciones con mayor riesgo de infección. Hay otras intervenciones biomédicas para prevenir algunas ITS, como la circuncisión médica masculina voluntaria en el adulto, el empleo de microbicidas y el tratamiento de la pareja.

Diagnóstico de las ITS

A menudo, las ITS no causan síntomas y, cuando aparecen, pueden no ser específicos de un tipo de infección.

En los países de ingreso alto se utilizan de forma generalizada pruebas diagnósticas precisas (a través de la tecnología molecular). Son pruebas especialmente útiles para diagnosticar las infecciones asintomáticas. Sin embargo, los países de ingreso bajo y mediano no suelen disponer de estas pruebas para diagnosticar la clamidiosis y la gonorrea. Por otro lado, se trata de pruebas caras a las que no toda la población tiene acceso, incluso en los países que disponen de ellas. Además, a menudo se tarda en obtener los resultados y, por ello, el seguimiento, la atención y el tratamiento de los pacientes pueden interrumpirse.

En cambio, se dispone de pruebas rápidas y baratas para detectar la sífilis, la hepatitis B y la infección por el VIH. En muchos entornos de escasos recursos se utilizan las pruebas rápidas de la sífilis y otras pruebas rápidas para detectar simultáneamente la sífilis y la infección por el VIH.

Se están desarrollando otras pruebas rápidas que podrían mejorar el diagnóstico y el tratamiento de las ITS, sobre todo en entornos de escasos recursos.

Se recomienda el cribado de las ITS que no causan síntomas en poblaciones y entornos prioritarios escogidos.

Tratamiento de las ITS

Actualmente se dispone de tratamientos eficaces contra varias ITS.

  • Tres ITS bacterianas (la clamidiosis, la gonorrea y la sífilis) y una parasitaria (la tricomoniasis) se suelen curar con pautas que consisten en una sola dosis de antibiótico.
  • Los antivíricos son los medicamentos más eficaces contra el herpes y la infección por el VIH y pueden atenuar la evolución de las enfermedades, pero no curarlas.
  • En cuanto a la hepatitis B, los antivíricos pueden ayudar a luchar contra el virus y a retrasar las lesiones hepáticas.

La resistencia a los antimicrobianos de los patógenos causantes de las ITS —en particular de la gonorrea— ha aumentado rápidamente en los últimos años y ha limitado las opciones de tratamiento. En el Programa de Vigilancia de las Resistencias de los Gonococos a los Antimicrobianos se han observado índices elevados de resistencia a muchos antibióticos, como las quinolonas, la azitromicina y las cefalosporinas de espectro ampliado, un tratamiento de último recurso. (3)

También hay otros patógenos causantes de ITS que han adquirido resistencias, como Mycoplasma genitalium, a los que no se hace un control sistemático.

Atención a los pacientes con ITS

En los países de ingreso mediano y bajo no se suelen utilizar pruebas analíticas para diagnosticar las ITS, sino que se intentan detectar signos y síntomas fácilmente reconocibles para prescribir un tratamiento. Este tratamiento sindrómico suele basarse en algoritmos clínicos y permite al personal de salud diagnosticar determinadas infecciones a partir de los síntomas observados (por ejemplo, flujos vaginales o secreciones uretrales, úlceras anogenitales, etc.). Se trata de un método sencillo con el que prescribir un tratamiento en el mismo día a los usuarios con síntomas y que evita realizar pruebas de diagnóstico que, o son caras, o no están disponibles en el lugar de atención. No obstante, las ITS no causan síntomas a la mayoría de las personas, por lo que este enfoque da lugar a tratamientos innecesarios o a que no se ofrezca un tratamiento que se necesita. Por consiguiente, la OMS recomienda que los países refuercen el tratamiento sindrómico con la incorporación gradual de pruebas analíticas que ayuden a realizar el diagnóstico. En los entornos donde se disponga de pruebas moleculares de calidad garantizada, se recomienda basarse en sus resultados para tratar ITS como la gonorrea, la clamidiosis, la sífilis, Trichomonas vaginalis, Mycoplasma genitalium, Candida albicans, la vaginosis bacteriana y el virus de los papilomas humanos (verrugas anogenitales). Además, es fundamental aplicar estrategias de detección de las ITS con las personas con mayor riesgo de infección, como los trabajadores sexuales, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, los adolescentes en algunos entornos y las embarazadas.

Para interrumpir la transmisión de las ITS y prevenir las reinfecciones es importante tratar a las parejas sexuales como parte del manejo de los casos

Respuesta de la OMS

La labor de la Organización se rige actualmente por las Estrategias mundiales del sector de la salud contra el VIH, las hepatitis víricas y las infecciones de transmisión sexual para el periodo 2022-2030. En este marco, la OMS:

  • elabora metas, normas y pautas mundiales para prevenir, detectar y tratar las ITS;
  • ayuda a calcular la carga económica de las ITS y a reforzar la vigilancia de esas enfermedades;
  • vigila en todo el mundo las resistencias a los antimicrobianos en la bacteria que causa la gonorrea; y
  • dirige el establecimiento del programa mundial de investigaciones sobre ITS, que incluye el desarrollo de pruebas diagnósticas, vacunas y nuevos fármacos contra la gonorrea y la sífilis.

Como parte de su misión, la OMS ayuda a los países a:

  • elaborar planes estratégicos y directrices de ámbito nacional;
  • ampliar la prevención primaria (por ejemplo, la disponibilidad y el uso de preservativos);
  • fomentar la integración de los servicios de ITS en los servicios de atención primaria de salud;
  • incrementar la disponibilidad de una atención de calidad contra las ITS centrada en las personas;
  • facilitar la adopción de pruebas que puedan realizarse en el lugar de atención;
  • mejorar y ampliar las intervenciones de salud para obtener resultados, como la vacunación contra la hepatitis B y el virus de los papilomas humanos o las pruebas de detección de la sífilis en los grupos de población prioritarios;
  • reforzar la capacidad para hacer un seguimiento de las tendencias en relación con las ITS; y
  • vigilar y combatir la resistencia a los antimicrobianos de la bacteria causante de la gonorrea.

 

Referencias

  1. Harfouche M, AlMukdad S, Alareeki A, Osman AMM, Gottlieb S, Rowley J, Abu-Raddad LJ, Looker KJ. Estimated global and regional incidence and prevalence of herpes simplex virus infections and genital ulcer disease in 2020: mathematical modelling analyses. Sex Transm Infect. 2025 May 19;101(4):214-223. doi: 10.1136/sextrans-2024-056307. PMID: 39658199.
  2. Bray F, Ferlay J, Soerjomataram I, Siegel RL, Torre LA, Jemal A. Global cancer statistics 2018: GLOBOCAN estimates of incidence and mortality worldwide for 36 cancers in 185 countries. CA Cancer J Clin. 2018 Nov;68(6):394-424. Epub 2018 Sep 12. Erratum in: CA Cancer J Clin. 2020 Jul;70(4):313.
  3. Unemo M, Lahra MM, Escher M, Eremin S, Cole MJ, Galarza P, Ndowa F, Martin I, Dillon JR, Galas M, Ramon-Pardo P, Weinstock H, Wi T. WHO global antimicrobial resistance surveillance (GASP/GLASS) for Neisseria gonorrhoeae 2017-2018: a retrospective observational study. Lancet Microbe 2021; 2: e627–36